Tal vez eres un manitas y te gusta organizar el mobiliario de tu cocina con tus propias manos y a tu gusto. Quizás quieras ahorrarte el dinero de contratar montadores porque eres capaz de realizar un montaje por ti mismo. Si eres de los que hacen las cosas a tu manera y te has planteado el reto de montar los muebles de la cocina tu solo, puede que estos consejos no te vengan mal.

Aun sin tener demasiada experiencia no hay por qué preocuparse, montar una cocina no es demasiado complicado, solo hay que tener espacio suficiente para trabajar, tiempo, el material y las herramientas necesarias. Sin embargo, es fundamental la organización previa, el planteamiento de los que se quiere y lo que se necesita para conseguirlo debe ser preparado a conciencia. Hay que aprovechar al máximo el espacio disponible y, por tanto, elegir en consecuencia, la cantidad, variedad y tamaño de los muebles necesarios.

Cuando se tiene todo claro en la mente y en los croquis realizados, se llevará a cabo la realización del montaje siguiendo un riguroso control en el orden. Primero irán los muebles inferiores, a continuación, los superiores y, por último, las encimeras. Según esta secuencia, apartaremos en un lugar donde no moleste todo aquello que va a ser necesario en las diferentes etapas del montaje.

Una vez aclarado el proceso, con el plano de la disposición cerca, las herramientas y los primeros muebles a colocar, comenzaremos el trabajo.

La estructura

Para empezar, se han de tener muy presentes las dimensiones del lugar, planificar al detalle la estructura que se le va a dar a la cocina y organizar tanto los muebles como los electrodomésticos de la mejor forma posible, tanto para la optimización de los espacios como para la comodidad de sus usuarios en el futuro.

No se deben dejar atrás el tamaño y la forma de los espacios, las puertas, ventanas, la disposición de las instalaciones eléctricas y de fontanería, así como las salidas de humo. Según estas especificaciones, se tomará la decisión de montar la cocina con los muebles dispuestos en línea recta, formando una L, una U o con isla o península.

Para montar la estructura hay que saber que existen cuatro tipos diferentes de muebles de cocina. En primer lugar, se localizan los bajos, que son aquellos que se apoyarán directamente en el suelo y justo debajo de la encimera. En segundo lugar, los altos, que se fijarán en las paredes, en las columnas o en el suelo pero que alcanzan niveles altos. Estos sirven tanto para almacenar como para colocar electrodomésticos. En tercer lugar, los muebles de sobreencimera, que no son otros que aquellos que se colocan, como su propio nombre indica, justo encima de la encimera y, por último, las encimeras propiamente dichas. Como cabe esperar, serán los muebles bajos los primeros en ser distribuidos y colocados.

Los módulos

Los muebles de las cocinas se comercializan como módulos, de esta forma resulta mucho más sencillo montarlos y acoplarlos al gusto de cada usuario y se optimiza el aprovechamiento de los espacios disponibles. En estos módulos viene todo lo necesario para su montaje (tornillos, paras, llaves, espiguitos… En cualquier caso, es conveniente montarlos según un plan previo y siguiendo las líneas básicas de montaje para acelerar este trabajo y llevarlo a cabo sin errores que nos hagan perder el tiempo.

Se deberá dar prioridad a la alineación de estos muebles, siguiendo como referencia los azulejos antes de realizar las mediciones exactas, ya que, al mirarlos, la apariencia será preferible a la realidad.

Cornisas, puertas y encimeras

Por último, quedará por definir los detalles que también deberán seguir un riguroso orden de instalación. Los primeros en ser colocados serán las cornisas (barras de madera instaladas en el borde inferior de los muebles altos). Posteriormente, las puertas, que poseen unos sistemas muy simples, a base de bisagras con tornillos que permiten regular la posición y regular posibles desniveles. Como norma general, los tiradores no vienen con preistalación alguna, ya que se colocarán donde mejor le interese al usuario.

Por último, habrá que instalar el zócalo en la parte más baja de los muebles bajos y la encimera, encargando a un profesional marmolista o del material que se quiera las medidas, teniendo en cuenta los huecos necesarios para la instalación de la placa de vitrocerámica y los senos del fregadero.