Pero si el diseño no viene acompañado de funcionalidad, con el tiempo el placer se convertirá en una auténtica pesadilla, el trabajo se volverá incómodo y no querremos llevarnos demasiado tiempo en esta sala preparando alimentos. El resultado de no combinar estética y funcionalidad en las cocinas no es otro que el de no disfrutar como desearíamos de la buena comida.
En una estancia tan importante como la cocina es vital pensar bien qué elementos se van a necesitar, como los muebles, su distribución, las necesidades a cubrir… en definitiva, el mejor modo de crear el diseño que más nos guste, asegurándonos de que estará optimizada para trabajar cómodamente en ella.
La elección del mobiliario
Elegir el mobiliario para conseguir una cocina elegante, funcional y aprovechada comienza por la calidad de los mismos.
Los muebles deben ser resistentes, pues se abren y cierran (a veces con golpes) varias veces al día. Tienen que soportar los objetos que entran y salen constantemente de ellos, con el peligro de arañazos y más golpes. Los soportes deben estar preparados para aguantar mucho peso y el uso continuado de productos de limpieza y desinfección, en ocasiones muy agresivos, que sean capaces de eliminar las manchas más complicadas, y que el mueble no se resienta.
Una vez cubierta esta necesidad, podremos elegir entre los muebles que ocupan las principales revistas de decoración de interiores. La selección de los que más nos gustan no tiene por qué ser necesariamente los mismos que vemos en las revistas de moda, a veces basta solo con la idea, para posteriormente adaptarla a la realidad de cada cocina de la mejor manera posible.
Cubrir las necesidades
Para elegir con acierto el tipo y número de muebles debemos detenernos a pensar cuáles son las necesidades que queremos cubrir. Debemos crearnos la imagen de nosotros mismos dentro del espacio que será la futura cocina y recrear mentalmente dónde debe estar cada mueble, objeto o electrodoméstico para que el trabajo sea más estimulante, rápido y sencillo.
Hay que pensar en el número de espacios de almacenamiento que vas a necesitar y dónde irán colocados en dependencia de las veces que vayas a recurrir a ellos. También será necesario tener en cuenta los electrodomésticos que se han de tener en relación a su disposición y el lugar de las bases eléctricas disponibles y, por supuesto, dónde irán los cajones para el menaje, la cubertería y el resto de utensilios usados para cocinar y comer.
En relación al diseño, en este apartado podríamos incluir si vamos a necesitar un espacio amplio de fogones, si este puede ser una isla para que podamos acceder a los preparativos desde distintos puntos, o habilitar un lugar destinado a comer y/o a desayunar. Aunque estos elementos dependerán, lógicamente, de las dimensiones de la cocina.
Los diseños para este 2020
Las tendencias para este 2020 combinan a la perfección elegancia, estilo y eficiencia. Y es que los decoradores de interiores al fin han entendido que la cocina no puede desprenderse, no debe ser vista como algo ajeno a la vivienda. La vida en la cocina forma parte y se relaciona cada vez más con el resto de actividades y formas de entender el concepto de familia.
Por este motivo, las cocinas además de ser funcionales deben contar con un diseño y decoración que se integre como parte inherente al resto de la vivienda. La casa se presenta como un todo homogéneo y la cocina, por tanto, debe diseñarse desde un punto de vista holístico, mimando los detalles igual que hacemos con la decoración del salón.
Los espacios deben abrirse, la comunicación con la vivienda no se limita a una puerta, sino que, si es posible, el arquitecto la integrará con el conjunto.
Como norma general, se imponen cocinas minimalistas, diáfanas y elegantes con los elementos mínimos indispensables para ser útil al mismo tiempo que vistosas. La eficacia no estará reñida con el buen gusto estético si antes de ser construida se usa el tiempo necesario para elaborar un diseño donde se tengan en cuenta absolutamente todos los detalles.