En algún momento de nuestras vidas nos enfrentaremos a la creación de una cocina completamente nueva o a la reforma de una que se ha quedado antigua. Ya sea porque nos hemos mudado a un inmueble de nueva construcción como si es nuestra vieja cocina la que necesita una renovación, o por entrar a vivir en una propiedad antigua y necesita, igualmente, una reforma en esta parte de la vivienda, es vital saber qué pensar y hacer antes de la elección de estos muebles.

El proyecto de cocina previo a la instalación de la cocina debe tener en cuenta absolutamente todos los complementos que serán utilizados en la creación de este lugar. El diseño debe contemplar tanto el espacio útil, como los puntos de luz y agua disponibles, así como la funcionalidad, utilidad y estética final.

Todos estos componentes deben contemplarse de forma holística, es decir, que se establezcan conexiones y sinergias entre sí para que ofrezca un conjunto válido para las necesidades y gustos de los propietarios.

Como cabe suponer, la elección de los muebles es fundamental para lograr este objetivo.

Primera consideración, cubrir las necesidades

Esta debería ser la premisa por la que se iniciara el desarrollo del proyecto de cualquier cocina y, por tanto, de la elección de muebles que la compondrán. No es lo mismo pensar en lo que un piso de soltero va a necesitar que lo que requiere una familia con tres hijos, por ejemplo.

Ya sea para un piso de alquiler que usarán estudiantes, o para una vida entera que desarrollar en familia, las necesidades personales son exclusivas tanto por el número de usuarios como por el modo de vida que se llevará dentro de la vivienda. Estos conceptos que pueden parecer menores, no lo son en absoluto. El diseñador de la cocina los deberá tener muy presente a la hora de la elección de este mobiliario.

Segunda consideración, la distribución

A partir de las necesidades a cubrir y del espacio real que se disponga hay que plantearse las medidas y tipos de muebles para llevar a cabo una distribución que sea útil, cómoda y funcional. Hay que considerar qué tipo de cajones, esquineras, muebles altos o bajos son propicios en dependencia de las distintas zonas en las que se dividirá la cocina.

En este sentido, hay que saber que existen muebles especialmente destinados a las zonas de cocción, a la de agua, almacenamiento, limpieza, cubertería, para la batería, para el menaje… La idea es que la persona que se encuentre trabajando en este espacio lo haga de la manera más fluida posible, sabiendo no por experiencia, sino por lógica de usabilidad.

Es, por tanto, muy útil que los muebles de cocina aporten comodidad en el tipo de apertura, y en el acceso a sus interiores, que posean gavetas o herrajes extraíbles en el caso de las esquineras. También hay que considerar los muebles que tienen una función específica y determinada, como son los botelleros, los especieros, los escoberos, los escurridores…

En estos días, la comodidad y la eficacia en los trabajos ha ganado mucha importancia, y los interiores de los muebles de las cocinas tienen mucho que decir sobre esto.

Tercera consideración, el factor estético

No por estar en tercera posición dentro de las consideraciones en el montaje de una cocina según sus muebles es menos importante.

Primero, porque son muchos los factores que entran dentro de la estética del lugar que, como ya se indicó, debe estar en consonancia con los apartados anteriores, pues la consigna es que los muebles lleven a cabo una función holística en la cocina, poniendo de acuerdo todos los elementos, los funcionales, los estéticos, y que todo el conjunto aporte las soluciones necesarias.

Segundo, porque la belleza que transmite un lugar hace que se consoliden las ganas de permanecer, de trabajar, de disfrutar con lo que se está haciendo, de sentirse cómodo y alegre. Permanecer en un sitio bonito desde el punto de vista del usuario permite que las cosas que se hagan en él salgan mejor y con menos esfuerzo.

Por lo tanto, no es menos importante que la calidad de los muebles, su distribución o funcionalidad sean hermosos, sobre todo en un lugar mágico, como es la cocina. En este lugar se lleva a cabo la más antigua de todas las alquimias, la mezcla de alimentos para lograr sacar platos exquisitos, y para ello, el o la cocinera deben sentirse cómodos, y en un entorno agradable a sus sentidos y gustos estéticos.